martes, 1 de febrero de 2011

OBJETIVOS E IMÁGENES

Podemos empezar a aplicar algunas propiedades de la luz a la creación de un objetivo, y con ello formar imágenes. Debería ser posible ver cómo y cuándo se forman imágenes en las variadas condiciones de la práctica fotográfica.


 Fotografía realizada con cámara estenopéica. ©GUILLERMO PASCUAL


Para hacer imágenes debe haber algún método con el cual restringir la luz que nos viene reflejada desde el sujeto. Si alguien se limitara a colocar un trozo de película o una pantalla blanca delante de un sujeto y esperase que con ello se reprodujera la imagen del mismo, sería muy optimista… para decirlo amablemente. 




La razón de ello está, naturalmente, en que todos los puntos del sujeto reflejan luz hacia todos los puntos de la pantalla. El conjunto de rayos luminosos no hace más que iluminarla en su totalidad. 

Sabemos que los rayos de luz se desplazan en línea recta. Haciendo que la luz procedente de un sujeto pase a través de un pequeño orificio antes de llegar a la pantalla, cada parte de esta última podrá tan sólo «ver» luz procedente de una única parte del sujeto. Éste es el principio de la  «cámara sin objetivo» o cámara estenopéica.


 Funcionamiento de la cámara estenopéica

La «imagen» del sujeto creada de este modo tiene tres características interesantes :

1) La imagen está invertida de arriba abajo; se debe a la trayectoria rectilínea de la luz.

2) La imagen es muy tenue; la mayor parte de la luz no ha podido penetrar hasta la pantalla.

3) La imagen no está definida muy nítidamente. Ello se debe a que los rayos luminosos divergentes a partir de cada punto del sujeto siguen divergiendo después de atravesar el orificio, llegando hasta la pantalla, donde reproducen estos puntos en forma de diminutos discos de iluminación, también llamados "círculos de confusión".


¿Cómo puede mejorarse la brillantez de la imagen? Podría ampliarse el conjunto, pero esto reduce la claridad de la imagen al agrandar cada disco de iluminación. El hacer dos orificios produce dos imágenes superpuestas puesto que la luz procedente de cada punto del sujeto es recibida en dos lugares de la pantalla. 

La claridad de la imagen puede ser ligeramente mejorada colocando la pantalla más cerca del orificio: pero esto hace que la imagen sea más pequeña.

El hacer el orificio más pequeño parece ser un remedio evidente para mejorar la claridad, pero desgraciadamente los orificios muy pequeños no hacen más que reducir la luz, pero no mejoran la claridad; ello es debido a la difracción. Por lo tanto, pocas mejoras se obtienen variando el tamaño o la distancia del orificio. Una imagen estenopeica es de por si confusa y poco nítida.


Fotografía realizada con cámara estenopéica. ©GUILLERMO PASCUAL

Sus limitaciones prácticas son fácilmente comprobables. 

Ajústese una hoja de aluminio, del que se utiliza en la cocina, a la montura de un objetivo y con mucho cuidado hágase un agujero en la hoja con una aguja gruesa. 

Los resultados pueden ser al menos tan buenos como con una cámara de cajón de tipo económico, pero desde luego están muy por debajo del nivel profesional…  y el tiempo de exposición es casi imposible para un retrato.


Fotografía con cámara digital realizada con papel de plata y orificio en lugar de objetivo. ©GUILLERMO PASCUAL


¿Existe un medio para desviar la luz que pasa por una abertura grande y producir así una imagen brillante y clara?

 Obviamente la respuesta es... ¡LOS OBJETIVOS!


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