La última propiedad básica de la luz -del comportamiento de la luz- que vamos a tratar es la dispersión.
El tratamiento separado de las longitudes de onda por la refracción aunque ligero, «dispersa» la luz blanca en sus colores componentes del espectro. El arco iris es un ejemplo clásico de dispersión.
La luz solar que atraviesa la lluvia es refractada por este medio más denso, y su contenido azul sigue un curso más alterado que las longitudes de ondas rojas.
Por lo tanto, este color dispersado se hace visible en forma de fajas distintas.
Desde el punto de vista del diseñador de objetivos, la dispersión es un desgraciado efecto secundario de la refracción. Provoca el que la luz azul se desplace a un foco diferente del de la luz roja.
Aberración cromática producida por el uso de lente simple
Este efecto puede ser neutralizado utilizando elementos ópticos construidos con vidrios diferentes.
La dispersión es una de las principales razones por las cuales no podemos emplear un sencillo objetivo de una sola lente para hacer fotografía en serio (fotografía profesional, se entiende, aunque en el arte todo está permitido, pero esa es otra cuestión).
Cámara de lente simple
Por razones de comodidad, hemos venido examinando algunos de los cambios que producen en la luz la absorción, la reflexión, la transmisión, etcétera, como si ocurrieran totalmente por separado con unos materiales dados. De hecho, nunca es posible producir uno solo de estos fenómenos sin que por lo menos se produzca alguno de los demás.
Observemos algún material bien conocido. El papel blanco puede reflejar el 90% de la luz incidente: el resto puede ser absorbido y transformado en calor, o ser transmitido a la superficie inferior.
La placa de enfoque de una cámara transmite la mayor parte de la luz, refleja otra parte hacia el interior de la cámara y absorbe el resto. Un filtro de vidrio rojo transmite la mayor parte de las longitudes de ondas rojas (refractando rayos oblicuos), refleja una parte de esta luz roja y absorbe una pequeña cantidad, calentándose. Otras longitudes de onda son absorbidas en su mayor parte, un porcentaje de ellas es reflejado, y tal vez un diminuto porcentaje es transmitido.
Otro ejemplo: La superficie exterior del fuelle de la cámara de gran formato absorbe la mayor parte de la luz, refleja algo de ello y (por lo menos, así lo esperamos) no transmite nada de ella.
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